Objetos y técnicas de meditación

Admin/ marzo 23, 2015/ Meditación/ 0 comentarios

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Existen numerosas técnicas de meditación, incluso diferentes descripciones.

En la wikipedia está descrita de la siguiente manera:  La meditación (del latín meditatĭo, -ōnis) describe la práctica de un estado de atención concentrada, sobre un objeto externo, pensamiento, la propia conciencia, o el propio estado de concentración.

Como vemos, se trata de desarrollar un estado de atención plena, aunque para mí:

La meditación es abrir un espacio de silencio para poder escuchar la vida. - piopialo          

Hay numerosos estudios científicos que explican los beneficios que la práctica de la meditación tiene para el ser humano, pero: ¿cómo se abre ese espacio de silencio?

Existen numerosas técnicas de meditación basadas en diferentes objetos de atención; una posible clasificación sería:

1. Objetos externos

  •  La llama de una vela
  • Un madala (como el de la imagen) o una figura geométrica
  • Un mantram (frase sonora)
  • La sonoridad del Ohm
  • Una imagen de una divinidad

 

2. Pensamientos o ejercicios de imaginación

  •  Un árbol
  • Una flor
  • El vacío
  • Un color
  • Una pantalla blanca
  • Un fondo negro
  • El mar
  • La bóveda celeste
  • Una cualidad positiva

 

3. Auto observación

  •  La propia respiración (su sensación, el punto de encuntro entre inhalación y exalación…)
  • Alguna zona concreta del cuerpo como la nariz o el entrecejo
  • Sensaciones corporales (recorrido consciente del cuerpo, en las palmas de las manos, el movimiento del vientre…)
  • Pensamientos
  • Emociones
  • El observador
  • El espacio mental

 

Cualquier objeto de meditación conviene que tenga un carácter neutro, que no despierte pasiones, o emociones y la actitud en la observación ha de ser pasiva y receptiva.

No importa excesivamente el objeto o la técnica de meditación que utilicemos, las diferentes escuelas enseñan a hacerlo de distintas maneras, lo que sí importa es que cuando la atención se mantiene en algo fijo durante un tiempo, se produce un efecto estabilizador de la mente y una especie de fusión entre el objeto observado y el observador.

Como dice un Rinpoche, lama tibetano: “Todos nuestros problemas provienen de nuestro deseo de asir. En la meditación no hay nada que esperar, nada que realizar o conseguir; simplemente abandonarse.”

No se trata de hacer un esfuerzo, se trata de soltar. Repetimos la frase de Pablo D’Ors que citamos en el artículo sobre La biografía del silencio:

“No merece la pena esforzarse; más que ayudar a encontrar lo que se busca, el esfuerzo tiende a dificultarlo. No conviene resistirse, sino entregarse. No empeñarse, sino vivir en el abandono. Tanto el arte como la meditación nacen siempre de la entrega; nunca del esfuerzo. Y lo mismo sucede con el amor.”

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